Pals y la desembocadura del Ter
Pals es un pueblo medieval excelentemente conservado. Pasear por sus calles y casas de piedra es como trasladarse a otra época. Su castillo ya estaba documentado en el siglo IX. Su iglesia de Sant Pere data del siglo XV. Pero lo que enamora de este pueblo es el conjunto, la sucesión de sus calles y rincones, todo son elementos antiguos muy bien conservados, es como pasear en un pueblo del medievo.
Además, al estar situado en un pequeño montículo, se domina el paisaje de la llanura del Ampurdán, hay miradores con unas vistas preciosas. Pals también tiene una playa cercana y cerca de ella hay campos donde se cultiva arroz, el arroz de Pals, de gran calidad e ingrediente principal de algunos de los platos de la gastronomía de la zona.
Entramos en el pueblo por este pórtico de piedra, para cruzar la línea del tiempo. Ahora toca perderse por sus calles empedradas.